Sangre de mi sangre

Miguel es un hombre viudo, que comparte su trabajo con su hija, Lila, a quien ama y protege.
Lila eligió hace veinte años seguir el camino de su marido, Eduardo, y se unió a la comunidad de Testigos de Jehová. Si bien ambos son miembros activos de la congregación, no pueden lograr que su hijo adolescente, Bruno, participe de las actividades. Bruno es un aliado incondicional de su abuelo, que siempre lo respalda y apoya.

A pesar de las diferencias religiosas, han llegado a un equilibrio que se rompe en el momento en el que Lila sufre un accidente, en el que pierde mucha sangre, y a partir del cual los médicos no encuentran otra salida para que ella pueda sobrevivir que la transfusión sanguínea.

Eduardo, fiel a sus creencias, se opone rotundamente, y se desencadena una dura batalla con su suegro y su hijo, que harán lo imposible para lograr que Lila salga adelante y no muera.